domingo, 1 de diciembre de 2013

Agua

Respiraba profundamente. El aire le despejaba la mente, pensaba con más claridad y le hacía compadecerse de lo que le rodeaba.
Se levantó lentamente, despertando de su meditación. A veces necesitaba desconectar su mente, sus pensamientos le irritaban, le provocaban dolor de cabeza. Siempre cavilando, preparado algo, preocupándose demasiado por todo. Pero le gustaba vivir así.
Ahora lo que necesitaba era nadar en el agua clara e iluminada por la luz del sol. Notaba cómo se le agarrotaban los músculos, le dolía el cuello y le costaba respirar. Con cada bocanada de aire que daba, tomaba otra de agua, no nada bien, pero le gustaba. Un buen baño a solas le ayuda a relajarse, el agua ya no le parece tan fría, cada vez nada mejor, sin cansarse y sin bocanadas de agua. Se sumerge y bucea hasta agotar el oxígeno que sus pulmones le permiten.  Coge aire y se deja flotar en la superficie observando el cielo, sumergiéndose en un de las sensaciones más apacibles que haya podido experimentar. ¿Sería volar algo parecido a estar en el agua? Tenía que serlo. Estando en el agua simplemente te dejas llevar por las corrientes, no estás sujeto a nada. Sacaba varias veces la mano del agua, intentando comprender por qué podían flotar en aquella composición y no la de la atmósfera. 'Me gusta nadar, me gusta esta sensación'

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