domingo, 20 de mayo de 2012

Un Cambio de Rumbo

Ya simplemente no te veía, no pensaba en tí, ya no me hacías daño; sin embargo pensaba que aún quedaban algunos restos del destrozo que provocaste en mí porque aunque no me dolía evitarte,sentía que en realidad significaba que lo tenía asimilado. Pero toda vida está tomando rumbos diferentes constatemente y yo ya he tomado el mío. No más desengaños, no más situaciones incómodas, no tendré que esquivar más tus falsas sonrisas, porque ahora hay alguien que me regala sonrisas verdaderas. He tenido que encontrar a esta persona para olvidar el error que cometí al haberme comportado de una manera tan ingenua y por haberme dejado llevar. Un clavo saca a otro clavo, el tuty estaba doblado y oxidado, pero este es reluciente y bañado en plata. Me da alegria darme cuenta que ya no me preocupo, me siento bien, libre y lo que más importa: completamente feliz. He vuelto a ser yo misma, no es que antes tampoco lo fuera, pero ahora es diferente me siento mejor y he aprendido de mis herrores.
He cogido un nuevo camino, y espero tener nuevas experiencias y descubrir nuevas sensaciones con las personas que de verdad son sinceras conmigo.

lunes, 27 de febrero de 2012

Pablo Neruda

PUEDO ESCRIBIR LOS  VERSOS MÁS TRISTES ESTA NOCHE (Pablo Neruda)

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: la noche está estrellada
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.

El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces como el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.

                                    PABLO NERUDA


martes, 21 de febrero de 2012

Una Tarde De Junio

¿Cuántos años han pasado desde aquella remota tarde de junio? Más de treinta. Y, sin embargo, si cierro los ojos, Micòl sigue ahí, asomada al muro de su jardín, mirándome y hablándome. En 1929, Micòl era poco más que una niña, una muchachita de trece años, delgada y con grandes ojos claros, magnéticos; yo, un chaval con pantalón corto, muy burgués y vanidoso, a quien un pequeño contratiempo escolar bastaba para sumir en la desesperación más infantil. Los dos nos mirábamos fijamente. Por encima de su cabeza el cielo estaba azul y compacto, un cálido cielo ya estibal sin la menor nube. Nada habría podido cambiarlo, parecía, y , en efecto, nada lo hacambiado, al menos en la memoria.(...)

Giorgio Bassani

domingo, 19 de febrero de 2012

¿Y esos ojos?

¿A qué vino esa mirada? ¿Por qué me mirastre con esos ojos tristes y con una expresíón de súplica en tu rostro? Dime, ¿a qué vinieron esos ojos? No pude hacer otra cosa que poner cara de duda y fruncir el entrecejo al no saber qué querías decirme, tampoco te aparté la mirada para asegurarme de que era a mí y no a otra persona. Pero no soportaba ver esa expresión de dolor y tuve que mirar hacia otro lado y aparentar indiferencia.  Pero la verdad es que no me lo estáis dejando claro, ¿me estáis confundiendo?  ¿o soy yo la que os está confundiendo? ¿Cómo es posible que todos menos el que devería estáis confusos? Sinceramente ya no me preocupa tanto como antes, es mejor prestar indiferencia al asunto y no perder más tiempo porque sé que acabaría arrepintiéndome. Si quieres decirme algo arriésgate sin preocuparte por la respuesta, aunque la caida sea dolorosa luego podrás volver a levantarte y tal vez quieras intentarlo de nuevo esta vez más seguro de tí mismo; incluso puede que ni tengas que caerte y  podrás aferrarte a algo para seguir en pie.

martes, 14 de febrero de 2012

Días De Invierno

Mmmm... esos días de invierno, fríos pero entrañables para mí. Los aromas a mazapán, a incienso, a castañas asadas que se perciben por las calles de Sevilla en esta época del año; el alumbrado que llena de luces de colores cada rincón,cada edificio, cada parque...Los belenes en su interior tan acogedores con sus pequeñas piececitas y sus luces que muestran parte del espírtu de la Navidad.
Esos típicos paseos en solitario, sólo tú y tus pensamientos con le gélido frío de la época refrescándote la cara, pisando las hojas caídas de los árboles y los charcos que ha dejado la lluvia de la noche pasada. El cielo aún está nublado y aún asín se ve un pequeño resquicio de Sol y un bello arco-iris de vivos colores. Porque merece la pena mirar al cielo en una de esas solitarias caminatas y ver que de entre las nubes asoma un rayo de Sol que se refleja en tu cara y sientes un calor agradable que le devuelve el color a tus mejillas y consigue sacarte una sonrisa sin que te des cuenta; y porque merece la pena volver a casa, acurrucarte entre unas gruesas y suaves mantas de lana y tomar un chocolate caliente con la familia mientras veís una buena película, disfrutando de pasar un rato juntos.
En invierno los días son nublados, fríos y más cortos que en verano; pero se aprecian los detalles más pequeños y vivimos momentos que en otras épocas del año no podemos disfrutar.

R.P.

lunes, 13 de febrero de 2012

¿Por Qué Ella?

Que ¿por qué ella?
La verdad es que nunca me había planteado esa pregunta. Tendría que empezar desde el primer día en que la vi para poder responder.
Sé que es ella desde el primer día que entró por aquella puerta de cristal. Venía con una sonrisa que leiluminaba la cara y justo en el momento en el que traspasó esa puerta no pude evitar verla y darme cuenta de que lo primero que vio nada más entrar fue a mí; sus brillantes ojos me observaban, verdes y expresivos.
No podía soportarlo, sus ojos me producían un sentimiento intimidante y tuve que apartar la mirada ruborizado. Pero sabía que ella seguía allí, quieta, como congelada, mirándome ún con su sonrisa dibujada en la cara.. No se fue hasta que una amiga la cogió por el brazo para saludarla. Podría haberle devuelto la mirada, pero no me atreví.
Cada día la veía cruzar la calle y yo intentaba ir lo más rápido posible para alcanzarla, pero lo hacía me limitaba a caminar casualmente junto a ella en silencio. Ambos sabíamos que no era casualidad. No me atrevía a decirle un simple 'Hola', pero ella seguía sonriéndome cada vez que cruzábamos las miradas.
La veía con sus amigas, charlando y de vez en cuando riendo. No podíamos evitar mirarnos de reojo, tanto que hasta acabaron por darse cuenta. Pero seguíamos sin decirnos nada. Ambos lo sabíamos, pero ambos esperábamos a que el otro diera el primer paso.
Cada día era igual, pero a veces buscábamos encuentros accidentales para vernos o al menos estar cerca.
Poco a poco, sin ni siquiera hablar con ella, fui conociéndola.
Y ¿por qué ella? de nuevo.
Por lo que me hacía sentir, por la forma en que me temblaban las rodillas con tan solo estar cerca de ella. Por su cabello rizado color castaño siempre desaliñado enel que cada mechón apuntaba en una dirección distinta; por su piel pálida y sus rosadas mejillas; y por esos ojos verdes tan profundos y expresivos. Había día en los que sus ojos eran de un verde intenso, y días en los que eran de un marrón oscuro, o una mezcla de ambos. Recuerdo cómo intentabaaveriguar cuándo le cambiaban de color, pero nunca llegué a averiguarlo.
Era una chica seria, pero muy risueña, siempre alegre.
¿Por qué ella? Pues porque todo merece la pena cuando la ves sonreír, o reírse de mis chistes malos con una risa melodiosa que contagiaba a cualquiera que la escuchase.
Por sus gestos, por sus expresiones faciales. Porque aunque no fuese demasiado alta, no sé cómo podía alcanzar los estantes más altos . Porque aunque no fuese demasiado pequeña, era la única capaz de esquivarme y escurrirse de entre mis brazos con tanta facilidad con la que ella lo hacía. Porque encajaba perfectamente en cada uno de mis abrazos y yo en los de ella. Y aunque pareciese diminuta y frágil cuando estaba junto a mí, no lo era, en absoluto.
Supongo que somos como dos piezas de un rompecabezas que encajan a la perfección. Sólo encajan la una con la otra.

¿San Valentín? ¿Qué es San Valentín?

Hace unos meses pensaba que tal vez este año si me podría interesar San Valentín a pesar de ser una fiesta que detesto. Pero hay que reconocerlo, es una fecha con encanto. Pero pensé mal. Al igual que pensé mal a imaginar que podríamos estar juntos también en las vacaciones de Navidad. ¿Pero cúando pensabas decirmelo? ¿Cúando pensabas darme explicaciones en vez de dejar que me comportase como una tonta mientras tú me seguías el juego, sin hacer nada? Tuve que descubrir yo misma que ya era demasiado tarde y aún asín tú sigues con el juego pensando que no tengo ni la más mínima idea de que no estás interesado. Si el día en que decidas en acercarte a mí y decirme la verdad llega, estoy segura de que yo ya no pensaré igual. Dejé de pensar asín el día en el que os vi juntos y sentí una extraña sensación en mi pecho, sentía cómo se derretía poco a poco hasta que comenzó a quemarme, pero sólo necesité cerrar los ojos y respirar hondo una sóla vez antes de volver a abrirlos, levantar la cabeza y seguir caminando con la esperanza de que nadie se diese cuenta de lo mal que me encontraba y preguntarme, porque entonces sí habría roto a llorar allí mismo. Pero hasta el momento no he derramado una sola lágrima porque he tenido tiempo suficiente como para darme cuenta de que no mereces la pena, que si te has comportado así es porque eres un imbécil que no sabe lo que quiere, no eres sufiente para mí. Ahora sigo sintiendo esos nervios en el estómago cuando estamos cerca, pero cada vez van a menos y espero que pronto desaparezcan y estoy completamente segura de no volver a cometer errores tan poco convenientes para mí al menos en un largo período de tiempo.
Que pases un buen San Valentín.