martes, 21 de febrero de 2012

Una Tarde De Junio

¿Cuántos años han pasado desde aquella remota tarde de junio? Más de treinta. Y, sin embargo, si cierro los ojos, Micòl sigue ahí, asomada al muro de su jardín, mirándome y hablándome. En 1929, Micòl era poco más que una niña, una muchachita de trece años, delgada y con grandes ojos claros, magnéticos; yo, un chaval con pantalón corto, muy burgués y vanidoso, a quien un pequeño contratiempo escolar bastaba para sumir en la desesperación más infantil. Los dos nos mirábamos fijamente. Por encima de su cabeza el cielo estaba azul y compacto, un cálido cielo ya estibal sin la menor nube. Nada habría podido cambiarlo, parecía, y , en efecto, nada lo hacambiado, al menos en la memoria.(...)

Giorgio Bassani

No hay comentarios:

Publicar un comentario